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La Federación Nacional ASPAYM lleva más de 15 años desarrollando a través de sus entidades federadas, un programa dirigido a personas menores de edad de educación infantil y primaria con el fin de concienciar a la población más joven de las consecuencias que tienen las actitudes no responsables en seguridad vial.
Según la Organización Mundial de la Salud, los accidentes de tráfico se han convertido en la principal causa de muerte entre las personas jóvenes de entre 10 y 24 años, tratándolo de pandemia mundial causante de muertes diarias y/o consecuencias nefastas a nivel físico, social y emocional en las personas que los sufren.
El programa que se desarrolla, al mismo tiempo permite dar a conocer a las personas menores de edad las barreras y dificultades de movilidad que encuentran en su día a días las personas con discapacidad, víctimas de un accidente de tráfico.
Desde edades tempranas se deben fomentar valores y principios para una concienciación sobre la fragilidad de nuestro cuerpo, divulgando las consecuencias que pueden tener las actitudes no responsables.
Las personas jóvenes forman uno de los mayores grupos de riesgo en los accidentes de tráfico: su poca experiencia como conductores/as, las nuevas distracciones que aparecen en la conducción y la desinformación acerca de las consecuencias de los accidentes de tráfico, mostrándose como un colectivo con el que hay que intervenir de manera urgente.
Las personas menores de edad forman uno de los grupos más vulnerables ante los accidentes de tráfico debido a diferentes características como es su falta de información general, las posibles consecuencias que de estos derivan como puede ser el origen de una discapacidad, la no de experiencia como conductores, las nuevas distracciones que aparecen y van cambiando con el paso del tiempo y la evolución tanto de la tecnología como de la sociedad, etc.
Y es que, en estos períodos de Educación Primaria y Educación Secundaria Obligatoria, las personas menores de edad hacen uso de las vías públicas de diversos modos; como peatones autónomos, viajeras de medios de transporte o conductoras de bicicletas y monopatines. Cabe destacar que cada vez con más frecuencia la edad de emancipación de la movilidad de estas personas menores de edad es más temprana debido a la complejidad de la conciliación laboral-familiar. Y que, ya solo por el hecho de acudir al centro escolar estas, requieren de desplazamientos a diario, sea de forma supervisada o no, lo que les hace agentes activos de la circulación.
Por ello es necesaria la formación en este campo atendiendo al conocimiento del entorno próximo, la adquisición de buenos hábitos para la circulación peatonal, comportamientos cívicos y éticos de la ciudadanía, normas de circulación y sistemas de retención, estudio de las señales de tráfico, entre otros.
Cuando se produce un accidente de tráfico, acontece un hecho traumático en la vida de las personas, pudiendo dar un giro radical a esta, es un momento de desconcierto emocional. Cuando se trata de personas menores de edad, las consecuencias emocionales y sociales que se sufren son aún mayores ya que carecen de las herramientas adecuadas e incluso de capacidad para la gestión de la situación, causando daños raramente reparables al encontrarse en una etapa de desarrollo físico, social y cognitivo muy compleja.
Cuando las personas jóvenes sufren un accidente, las consecuencias emocionales y sociales son todavía mayores, puesto que muchas veces, las personas adultas que les rodean no saben cómo tratar esta cuestión, produciendo en ellas daños irreparables. Podemos decir, por tanto, que las consecuencias y las secuelas de un accidente de tráfico en este colectivo son todavía mayores que la población adulta, pues se encuentran en momentos de desarrollo físico, social y cognitivo que puede quedar marcado por el suceso y puede derivar en conductas como son el abuso de alcohol, drogas, procesos de inadaptación psicológica y social, funcionamiento del sistema familiar deficitario…
Ante la situación generada por la pandemia, y aprovechando las oportunidades que ofrecen las TIC, se ha creado una herramienta educativa basada en la gamificación para favorecer el aprendizaje de las personas jóvenes en cuanto al conocimiento y prevención en la seguridad vial. La gamificación, es una técnica de aprendizaje que traslada la mecánica de los juegos al ámbito educativo con el fin de conseguir mejores resultados para absorber mejor los conocimientos. Esta demostrado que el aprendizaje mediante actividades lúdicas tiene mayor aceptación por la población joven dando a su vez resultados más altos.
Este proyecto contribuye a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, al implementar programas que impulsan conductas preventivas, saludables y sostenibles, para salvar vidas y evitar discapacidades permanentes por accidentes, principalmente de tráfico.

Los objetivos que se persiguen con esta APP Muévete con Willy son:
• Reducir las situaciones de riesgo del colectivo infantil en materia de seguridad vial.
• Implicar a los centros escolares que participan en las Campañas de sensibilización de las entidades federadas.
• Sensibilizar a la población escolar más joven con las barreras que se encuentran las personas con discapacidad y como abordarlas.
• Fomentar actitudes positivas y solidarias basadas en el respeto a la diversidad y seguridad vial.
• Prevenir la lesión medular, con mensajes sobre cómo hay que comportarse cuando se va en un vehículo y de sus posibles consecuencias si no se ponen el cinturón o no llevan el casco cuando van en bicicleta…
• Reconocer el compromiso y la implicación de los/as alumnos/as en la Campaña, a través de los mecanismos establecidos en las bases.
• Informar e involucrar a la sociedad en su responsabilidad con la mejora de la seguridad vial y el fomento de actitudes inclusivas.
• Concienciar a las personas escolares sobre la conveniencia de respetar las normas de tráfico para una conducción segura.
• Visibilizar las consecuencias de los actos imprudentes en las carreteras a través del testimonio de las víctimas de los accidentes de tráfico.
• Fomentar actitudes positivas y basadas en el respeto hacia las personas con discapacidad.
• Difundir el mensaje a través de los medios de comunicación.
• Favorecer el aprendizaje de conductas responsables en seguridad vial entre las personas jóvenes a través del juego.

La “Guía de medidas para la aplicación del Sistema Seguro y la Directiva 2019/1936 a la gestión de la seguridad en la red local de carreteras”, se ha desarrollado en el contexto del Foro de Gestores de Carreteras de Diputaciones Provinciales, Cabildos y Consells, que reúne, en el seno de la Asociación Española de la Carretera, a los responsables de la gestión de las carreteras locales de España. Esta Guía ha contado con la colaboración de OFESAUTO, la Oficina Española de Aseguradores de Automóviles, que la ha apoyado entre sus Iniciativas Sociales 2020-2021.

La Guía es una recopilación de propuestas y soluciones que se han planteado para conseguir reducir el número y la gravedad de los siniestros en la red local de carreteras a través de medidas de carácter puntual y global.

¿Por qué es necesario particularizar estos conceptos, los más innovadores en la gestión de la seguridad vial, para la red local de carreteras?

El planteamiento de “Sistema Seguro” está intrínsecamente relacionado con la responsabilidad compartida y, en el ámbito que ocupa a esta Guía, con la capacidad de la carretera, su equipamiento y el entorno para reducir el número y la gravedad de los siniestros. En este contexto, la red local no debe quedar al margen de esta filosofía de trabajo, relacionada con las “carreteras autoexplicativas”, las “carreteras que perdonan” y la consistencia del diseño, puesto que se trata de conceptos con mucho potencial en la gestión de estas redes viarias.

Por otro lado, dado que las herramientas de la Directiva 2019/1936, como las auditorías o las inspecciones de seguridad vial, son de aplicación obligada en las carreteras con más altos estándares de diseño (únicamente autopistas y autovías), se plantea el interés de trasladar, en la medida de lo posible, estas herramientas a una red de carreteras que presenta necesidades de mejora, de manera que pueda beneficiarse de mecanismos para la identificación de problemas y la propuesta de soluciones adecuadas.

La plataforma a la que representamos lucha por la mejora de la inseguridad de nuestros menores en el transporte escolar, la ley permite que viajen sin cinturones, con cinturones de 2 puntos y con cinturones de 3 puntos, de ninguna de las tres maneras viajarán seguros, deben viajar con cinturones de 3 puntos y sistemas de retención infantil adaptados a talla y peso de los menores.
Nuestra plataforma ayuda a todo el que emprende en su centro educativo el camino a la mejora, les guiamos aportando nuestra experiencia, nuestro apoyo y facilitamos toda la documentación y los contactos necesarios para la mejora en seguridad.
Es un camino difícil, la mayoría de centros educativos se limitan a cumplir la ley.
El trabajo de concienciación para que la percepción del riesgo sea real es un trabajo duro, pero junto a las asociaciones de padres de cada centro y junto a las familias, poco a poco vamos haciendo camino.
Lidiar con las empresas de autobuses es complicado también, muy pocas disponen de autobuses con esos cinturones de 3 puntos tan necesarios para mejorar la seguridad de nuestros pequeños, y en muchos casos, prefieren no trabajar con niños cuando se les solicitan los autobuses con esas butacas con cinturones de tres puntos.
Necesitamos ayuda, nuestros pequeños no pueden estar expuestos diariamente a tal inseguridad, somos muchas las familias que apoyamos este movimiento, necesitamos que nuestros pequeños viajen seguros ya y para ello debemos trabajar entre todos para dar visibilidad y aportar soluciones.

El Sello Asturiano de Movilidad Segura en la Empresa tiene por objetivo el reconocimiento de las organizaciones que trabajan en la integración de la seguridad laboral vial en su gestión preventiva. Su objetivo es conseguir que el máximo número de organizaciones se impliquen en el desarrollo de medidas de mejora que permitan minimizar la siniestralidad asociada a sus desplazamientos.