Los siniestros viales son una cuestión relevante de seguridad y salud pública. De los tres factores de siniestralidad (factor humano, factor vehículo y factor entorno), el que aparece con mayor frecuencia entre las causas del siniestro es el humano, presente en entre un 70% y un 90% de los casos. Estudiando las principales cifras de la siniestralidad vial, se observa el peso de algunos de estos factores en los resultados de los siniestros. Si tenemos en cuenta la edad, las personas más jóvenes y las mayores tienen mayor riesgo de fallecer, y en función del sexo, los hombres presentan un mayor riesgo para todas las edades. A igual nivel de exposición, la presencia de conductas de riesgo supone una mayor probabilidad de siniestro y de lesiones (por ejemplo, menos uso de elementos de seguridad o velocidad excesiva.). El proceso de envejecimiento (la suma del deterioro psicomotor, enfermedades y consumo de fármacos) y la aparición de enfermedades o discapacidades a cualquier edad incrementa el riesgo de que ocurra un siniestro vial.
La morbilidad clásicamente se ha considerado responsable de la pérdida o el deterioro de las aptitudes psicofísicas de las personas que conducen. Sin embargo, el estudio de las enfermedades como factor de riesgo de siniestro es muy complejo, debido a la gran cantidad de variables que intervienen en la causalidad del mismo (tipo de vehículo, condiciones ambientales, estado de mantenimiento del vehículo o tipo de vía) y a otros factores como el número de kilómetros recorridos, etc., que con frecuencia no son tenidos en cuenta. No todas las enfermedades se consideran un factor de riesgo de siniestro, ni todas se asocian al mismo nivel de riesgo; además, generalmente, cuando la enfermedad está controlada y existe un buen cumplimiento del tratamiento el riesgo se reduce considerablemente.
Las diferencias en la forma de presentación de una enfermedad entre unas personas y otras, el momento evolutivo, la respuesta al tratamiento, el tipo de fármaco empleado, la asociación a otros problemas (consumo de alcohol, otras sustancias, etc.), hacen necesaria la valoración de la aptitud de las personas que conducen de forma individualizada.
España cuenta con un sistema de Centros de Reconocimiento de Conductores. En 2022, se expidieron en España casi 800.000 permisos, y se renovaron 3,3 millones. Una correcta exploración médica-psicológica resulta fundamental para disminuir los riesgos asociados a la pérdida de aptitudes psicofísicas. Con este fin, en 2022 se actualizó el protocolo de exploración médico-psicológica, incorporando las nuevas evidencias científicos y los nuevos métodos desarrollados desde el anterior protocolo de 2007. El nuevo protocolo puede encontrarse en: https://www.dgt.es/export/sites/web-DGT/.galleries/downloads/nuestros_servicios/Protocolo-de-exploracion-medico-psicologica-para-centros-de-reconocimiento-de-conductores_2022.pdf